RESUMEN Y EXTRACTO DEL EPILOGO DE "RECTOVERSION, LA SALIDA".

Epílogo

...(...)...Intentamos a lo largo de estas páginas abrírseles a un una serie de experiencias que han sido llevadas por artistas plásticos. Habrá constatado que eso hace casi un siglo que se vienen realizando las experimentaciones plásticas más increíbles. Esta profusión artística coincide con un cambio más general que afecta al conjunto de los conocimientos y prácticas. Algunos protagonistas no dudan ya en expresar abiertamente lo que callaban hasta ahora.

La ciencia describe cada vez mejor el "cómo" fenómenos sin que por ello sepa decir el "porqué". Si bien algún día los científicos consigan explicar en forma de ecuaciones matemáticas el origen del universo, no les será posible explicar por qué hay esto antes que la nada. Esta imposibilidad metafísica es el b.a.-ba de todo científico honesto.

La historia del arte moderno y contemporáneo se enfrenta a los mismo interdictos petafisicos. Algunos incluso a veces quisieron hacer del arte una pseudociencia.

Para muchos, incluso para los especialistas de la especulación artística, la rectoversión les aparece como impropia para el consumo propio. Esta no asimilación puede explicarse de la siguiente forma. La rectoversión no opone la evolución causal de los hechos plásticos (modernos y contemporáneos en su mayoría, en la cual los conceptos de ruptura y novedad son preponderantes) a la continuidad de la tradición artística que mantiene a la pintura en el campo tradicional de la superficie plana exclusivamente bidimensional.

La secuencia moderna de los hechos plásticos y su análisis obedecerían a una lógica donde la objetividad sería el elemento motor. La pintura se consideraría como un material susceptible de experimentación objetiva. Este aspecto empírico lo acercaría a una experimentación renovable, casi científico. El problema es que, en realidad de objetividad, el arte contemporáneo evoluciona a menudo en un subjetivismo exasperado, lo que lo aleja de todo planteamiento científico.

Si la física no puede borrar en dos siglos varios milenios de metafísica, lo mismo ocurre con la pintura. Un arte más o menos estropeado en el subjetivismo crónico no puede ignorar que el papel fundador del arte es un acto mágico en el que el artista se borra en favor de una realidad que lo sobrepasa y al servicio de la cual está. ¿Cómo reconciliar tradición y novedad? La rectoversión es una de las propuestas que puede solucionar tal cuestionamiento... (...)...