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RESUMEN Y EXTRACTO DE LA TERCERA PARTE DE "RECTOVERSION, LA
SALIDA"
Parte III
La tercera vía
La tercera vía es una propuesta plástica y filosófica
a la vez. Actualiza la proyección de los valores simbólicamente
femeninos y aporta un enfonque distinto sobre todo lo relacionado
con el reverso (verso) (capítulo 7). La rectoversión
se enmarca dentro de esta mutación pero sin que pueda ser
asimilada a ni una reversión, ni a una inversión (capítulo
8). Al proponer un enfoque inédito del cuadro, ella se sitúa
en un campo nuevo donde lo racional y lo irracional se vuelven complementarios
(capítulo 9). .
El soplo de la luz
Imagínese en una immensa llanura virgen de toda civilizacion
excepto por la presencia de una muralla monumental que se erige
alza frente a usted. Tan grande es este muro de piedras ciclópeas
de color arena que usted no percibe su fin, ni por la derecha ni
tampoco por la izquierda. Su altura le impide también ver
lo que hay detras. Sin embargo, levantando la cabeza, podeis visualizar
de manera muy distincta los halos de luz blanca y entonces entiende
que al otro lado existe una luz extremadamente luminosa.
Baja la cabeza y descubre ahora, como
si estuviera encajada en la parte inferior de la muralla, una puerta
hecha para la talla humana. Al concentrar su mirada sobre esta puerta
de roble oscuro, se da cuenta que vibra fuertamente sobre sí misma
(tanto que rayos luminosos que vienen del otro lado la atraviesan
esporádicamente por los intersticios que producen las vibraciones).
La puerta tiembla tanto que está a punto de hacerse astillas.
¡ Cosa extraña, no se oye ningún ruido!
La luz del muro le parece suave y sensual,
casi viva y de una intensidad sobrehumana. Comprende intuitivamente
que no es el viento sino esta luz que empuja la puerta que resiste
siempre. Sabe también que esta puerta que sigue vibrando le protege
ya que no resistiría a la agresión del soplo de la luz. Por poco
se creería en un cuadro surrealista de Dali, ya sabe, uno
de los que les conectó con la pintura.
De momento, está solo en este lugar
con el que ni siquiera habría y que no conoce, sin sol, sin
sombras y sin animales. Permanece así, varios días seguidos, indeciso
entre la certeza que la puerta usted es y la precariedad del bienestar
de su indiferencia que le condena a permanecer allí, protagonista
yin de una obra ancestral siempre interpretada a puerta cerrada.
Es el precio que debe pagar el creador, la cara oculta del pintor
inspirado o la cara mostrada del pintor condenado. ¿Quién puede
oírle, quien puede comprender su modestia lunar seducida por su
furia solar?
La iconograíia en la rectoversión
Que el soporte sea de un, dos o tres caras
(rectovertido), nuestras pinturas no cuentan historias. Consisten
en materializar a las miradas nuestros sueños despiertos ofreciendo
respecto a las imágenes mentales próximas a visiones contemplativas
(dónde la observación directa de la realidad tiene poco lugar).
Incluso puede suceder que causen un placer de orden sensual, su
vocación es de esencia metafísica. Nuestra iconografía no representa
el espacio tal como el ojo de carne puede verlo sino más bien el
espacio tal como el espíritu puede lo concebirlo. Esta es la razón
por la que su legibilidad depende más de las capacidades intuitivas
del espectador que de una especulación discursiva. No hay ni instrucciones
para uso, ni una única lectura, cada uno puede verlos como le parezca.
En arte contemporáneo, es de buen tono
enseñar que existe un invisible pero sobre todo no de mostrar
lo invisible. Nuestras visiones mentales puestas en pintura son
obviamente demasiado fantásticas para los unos, demasiado religiosas
para otros. Con todo, esta iconografía no se inscribe en la unidad
de una fe y sus referencias son plurales. No se parece en nada a
un sistema, religioso o filosófico, que se cerraría sobre sí mismo.
En la rectoversión, combinación estructural que le es particulièrrement
adaptada, encuentra la confirmación de su carácter polisémico. La
iconografía rectovertida se abre otro camino distinto no balizado
para nutrirse de diferencias y contradicciones. ...(...)...
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